Diseñado por Kohn Pedersen Fox, el rascacielos One Vanderbilt Avenue comenzó su construcción, camino a convertirse en la segunda torre más alta de Nueva York. Ubicado junto al Grand Central Terminal en 42nd Street, la torre integrará sus flujos con la red de transporte a través de una serie de conexiones subterráneas, equivalentes a una inversión de 220 millones de dólares.
Desarrollado por la compañía SL Green Realty Corp, One Vanderbilt abarcará una cuadra completa entre las avenidas Madison y Vanderbilt, alcanzando los 427 metros de alto (1.401 pies). En su base, hacia la 42nd Street, la fachada se retranquea para revelar la majestuosa cornisa de la Gran Central Station, que ha sido opacada por casi un siglo por las construcciones anteriores a la torre.
El rascacielos sobrepasará los 157.000 metros cuadrados (1,7 millones de pies cuadrados) en sus 58 pisos de planta libre. La compañía espera alcanzar la máxima certificación LEED.
“One Vanderbilt no sólo será un nuevo y elegante ícono en el skyline de Nueva York, sino también será un ejemplo líder en la tendencia global de conectar estaciones ferroviarias con edificios altos", dijo James von Klemperer, presidente de Kohn Pedersen Fox Associates.
"Este edificio cambiará su barrio para mejor. Proporcionará una nueva puerta de acceso a la ciudad, gracias a la inusual armonía entre arquitectos, desarrolladores y la ciudad de Nueva York".
incluidos en el plan de mejoras infraestructurales de 220 millones de dólares, se incluirá una plaza pública e intervenciones al sistema de circulación en el complejo del Gran Central Terminal.
Construido por Tishman Construction, se espera que el rascacielos finalice su construcción en 2020.
Vía SL Green.